La blefaroplastia o cirugía de los párpados es una intervención quirúrgica, que implica los riesgos propios de todo acto médico, aunque sea mínimo.

Antes de la intervención: Se realiza sistemáticamente un estudio preoperatorio así como fotográfico.

Intervención: Se realiza bajo anestesia local, local con una sedación o incluso anestesia general (poco frecuente o si se realiza otra intervención simultanea) según las preferencias, la edad del paciente y el consejo del cirujano. Para operar las orejas es necesaria una incisión disimulada en el pliegue retroauricular. Al terminar la intervención, se coloca un vendaje «en casco de motorista» que pasa por debajo del mentón y alrededor de la cabeza para mantener durante 4-5 días.

Después de la operación: Al realizarse la mayoría de los casos con una anestesia local con sedación, la intervención tiene caráctes ambulatorio y el paciente se marcha a su casa en menos de 2 horas. Si se ha llevado a cabo una anestesia general, es necesario pasar la primera noche en la clínica. En el resto de los casos dependerá de la opinión del cirujano y el paciente. Carece de importancia la presencia de molestias que impiden al paciente dormir de lado, pero que por lo general ceden con la ayuda de analgésicos suaves. Al cabo de 4-5 días se retira el vendaje original, el paciente puede lavarse la cabeza con cuidado de no dar tirones bruscos sobre las orejas recién operadas y se pasa a usar una banda elástica alrededor de las mismas para andar por casa y, sobre todo, para dormir. La banda elástica deberá utilizarse durante 15-20 días.

Resultados: Por lo general, están de acuerdo con el plan operatorio previsto. En casos excepcionales de mala cicatrización, puede ser necesario un retoque de la cicatriz retroauricular.

Otoplastia con dispositivo EARFOLD: En pacientes con orejas despegadas por falta de plegado de las mismas se puede recurrir a la colocación subcutánea de un novedoso dispositivo fijador del pliegue llamado EARFOLD de reciente aparición. El paciente ya puede ver el resultado previo en la consulta y la incisión necesaria es de 1,5 cm. para cada placa fijadora. Si con el formato de prueba en la consulta no se consigue el resultado deseado en el espejo, el paciente es candidato a una otoplastia clásica como la ya explicada.