ABDOMINOPLASTIA: CIRUGÍA DEL ABDOMEN
La cirugía del abdomen o abdominoplastia es un conjunto de técnicas destinadas a reducir el abdomen así como corregir las deformaciones inestéticas producidas por obesidad localizada, tras los embarazos o por la presencia de cicatrices abdominales.
Estas deformidadee son de naturaleza muy diversa y sumamente variables de un caso a otro. Pueden afectar a la piel, al tejido adiposo, a aparato muscular o a varias de estas estructuras al mismo tiempo.
La abdominoplastia no sólo pretende la corrección estética de la piel y del tejido adiposo, sino también una corrección estética o funcional de la pared muscular. La mayoría de los pacientes que solicitan una cirugía del abdomen son mujeres, aunque también a menudo los hombres recurren a esta intervención. En este campo los resultados obtenidos son muy satisfactorios consiguiéndose un mejor aspecto de la zona del tronco.
La abdominoplastia es una intervención de cirugía estética que, desde siempre, ha demostrado ser eficaz y válida. Al operar el abdomen se puede obtener un mejor aspecto estético del mismo, reducir su volumen superfluo y devolver el aspecto terso a una pared muscular relajada. Pero también tiene que ver con el carácter funcional del abdomen ( se reconstruye una pared correcta necesaria para contener el empuje ejercido por los órganos abdominales). Los resultados estéticos son en general notables. El abdomen recupera su volumen y forma naturales, un abdomen salido se transforma en un abdomen más contenido y la silueta, en general, se vuelve más elegante.
Estas intervenciones se realizan bajo anestesia general. La duración del período de hospitalización suele ser de dos días. A lo largo de los años se han propuesto distintas incisiones cutáneas para los plastias abdominales, el lifting del abdomen o la lipectomía. La utilizada más frecuentemente y también la más estética consiste en una incisión transversal que, desde el pubis, transcurre lateralmente hacia las regiones inguinal y lumbar. En general, esta incisión tiene una forma ondulada para poder seguir mejor el contorno del pubis y de la región inguinal, a fin de que la cicatriz residual se sitúe mejor en la llamada «línea del bikini», y pueda de este modo quedar oculta por una braga normal. La incisión abarca a la piel y el tejido subcutáneo hasta el plano muscular.
Las abdominoplastias pueden realizarse con o sin reposición del ombligo.
- Abdominoplastia con reposición del ombligo: Es la más frecuente. Se realiza un cuidadoso marcado preoperatorio. Al término de la operación, los dos bordes presentarán longitudes desiguales, por lo que es necesario intentar alargar tanto como sea posible la incisión inferior confiriéndole un aspecto ondulado. Se señalan los límites superiores de la resección mediante pinzamiento antes de la intervención, y después por tracción con ayuda de ganchos, cuando se ha aplicado ya la antestesia. El ombligo se despega de la piel mediante una incisión circular; después se marca la incisión inferior. Se despega ampliamente la piel lateramente hasta las bases de los lados, y por el centro hasta el apéndice xifoides. Se practica una hemostasia cuidadosa, y acto seguido, se incide verticalmente el borde superior hasta el límite previsto; este punto límite se fija al pubis. Sólo entonces se incide el lecho del futuro ombligo. Queda únicamente realizar la exéresis de los colgajos, lateralmente y a continuación acabar la sutura horizontal y la del ombligo. Si existe una diástasis asociada de los músculos rectos del abdomen, conviene corregirla en el curso de la operación. Esta corrección debe obligatoriamente hacerse muy alta hasta el apéndice xifoides. Se deben reservar las indicaciones de esta intervención para los casos importantes: delantal, cicatrices o estrías significativas.
- Abdominoplastia sin reposición del ombligo (miniabdominoplastia): Utilizan marcados diferentes, pero tienen en común el carácter limitado de la cicatriz residual (sobre el pubis o peripubiana), y la posibilidad de efectuar liposucciones al mismo tiempo. Hay que admitir que la calidad de los resultados obtenidos con estos pequeños procedimientos sólo puede ser buena en los casos en que la ptosis inicial no sea demasiado importante. Es utilizada en aquellos casos en que hay cicatrices inestéticas en la parte baja del abdomen (cesáreas, cirugías ginecológicas abdominales, etc) y, aprovechando el arreglo de las mismas se tensa un poco la piel infraumbilical.
La intervención en ambas técnicas se completará mediante una sutura cuidadosa de la piel dérmica y epidérmica, tras haber colocado un drenaje de succión. Es indispensable mantener durante varios días una faja circular.
El postoperatorio normalmente no presenta dificultades y se abre una línea de whatsapp para que la paciente disponga de un medio de contacto con el cirujano las 24 horas todos los días de la semana durante al menos los primeros 3 meses.